El médico veterinario Abel Bacigalupe disertó en una nueva jornada de capacitación de la UTTA, que estuvo enfocada en el concepto de bioseguridad en la industria hípica.
Se desarrolló el jueves 9 de diciembre, en forma virtual y gratuita para un caudal de inscriptos que ya trasciende las fronteras, un nuevo curso de capacitación de la UTTA para los trabajadores de la industria hípica. La “Jornada de higiene y seguridad laboral”, siempre pensando en el progreso personal y profesional de los actores que rodean a los caballos deportivos, marcó el final del ciclo 2021, que contó con las más diversas enseñanzas continuando la prédica de nuestra organización.
Ricardo Solaro, Secretario Adjunto de la Unión de Trabajadores del Turf y Afines, dio la bienvenida a los asistentes y, de inmediato, el médico veterinario Abel Bacigalupe disertó a lo largo de dos apasionantes horas sobre el concepto de bioseguridad en la industria: la prevención y la concientización del riesgo, los accidentes más comunes, los elementos de protección personal y el manejo de residuos y plagas, entre otros puntos salientes. Al final, como es tradicional, ganó protagonismo el debate, el intercambio de experiencias, el intercambio de ideas.
“Hay que destacar inicialmente la importancia de la limpieza frecuente de los bebederos y comederos para que no se generen hongos y microorganismos. Es vital para controlar la cantidad de alimentos que comen y para evitar todo tipo de trastornos. Lo mismo con las pasteras y las camas”, inició su exposición el facultativo. Se habló del aseo y orden completo, desde el box a todos los sectores del stud, especialmente en las zonas de almacenamiento y, por supuesto, con la vestimenta de los que trabajan allí. También en los potreros. La magnitud del higiene en la locación y del personal se sostiene en rutinas saludables. “Hay que considerar la separación de los residuos y su correcta forma de separación para proteger a la cadena involucrada”, agregó.
Roedores, palomas e insectos, que pueden transmitir enfermedades, son otros agentes sobre los cuales tener consideración. Y no descuidar el buen funcionamiento de los drenajes de agua para evitar verdín, que puede ocasionar caídas y golpes más allá de la imagen que genere verlo. Se habló de soluciones para combatirlas, al mismo tiempo que los cuidados de los caballos incluyeron el ejemplo de elementos protectores en las manos, patas y cabeza.
“¿Por qué es importante hablar de bioseguridad? Se trata de la norma o conjunto de medidas tendientes a preservar la vida de las plantas, animales y el hábitat donde ellos crecen, se desarrollan y mantienen el intercambio imprescindible de supervivencia. Allí está la relación del hombre con el caballo, el trabajo y el ambiente”, indicó Bacigalupe.
Sobre las causas de los incidentes de trabajo se precisó que “hay tres puntos clave: imprudencia, al no tomar precauciones; negligencia, ante descuidos involuntarios, e impericia, por la falta de experiencia”. Por eso es la importancia de evitar y corregir las actitudes. “El éxito en el trato está la paciencia, la sensibilidad, el tacto y la firmeza”, mencionó Abel, antes de dar paso a una serie de accidentes comunes en la actividad, desde las rodadas en entrenamiento o carreras hasta el riesgo eléctrico.
En todo momento, se coincidió en un el factor central de los ciclos, la certeza de que “siempre se pueden realizar pequeñas acciones que mejoren las condiciones de trabajo, velando por la seguridad laboral y previniendo accidentes y enfermedades. Con estas acciones buscamos crear una actividad transparente, segura y libre de riesgos para quienes se desempeñan en la industria día a día”, cerró el veterinario.
Así culminó otro año nutrido de jornadas de formación que abarcaron una amplia gama de temáticas en pos del bienestar de los trabajadores y de cada actor de la industria como ya es costumbre en el gremio que lidera Carlos Felice, su Secretario General. Un programa de capacitación que se adaptó a un nuevo contexto y continuó brindando herramientas y conocimientos fundamentales con el objetivo principal de profesionalizar aún más la actividad hípica.
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