La cabaña rionegrina de la familia Munarin ayer coronó su exitoso 2016 alcanzando un triunfo estelar con una de las joyas de la abuela: Revolución Lef, la zaina conducida por el neuquino más famoso, José Ricardo Méndez, le prendió adelante promediando los primeros 400 metros del recorrido y al pisar los 500 finales ensayó la disparada que la depositó en la el disco de la mejor de su campaña.Al éxito del remate de julio 2016, en el que se vendieron todos los productos que pasaron por el ring de ventas y estableciendo nuevo record en valores de venta, le siguió la efectividad de su producción en las pistas, consiguiendo victorias en diferentes escenarios del turf regional, pero destacándose en el circuito neuquino.
La zaina que entrena su propietario, Carlos Munarin, venía de subir al podio del GP Jockey Club de Neuquén, en la jornada del Pelle de noviembre, pagando allí una larga reprise. Ahora, con sus formas ajustadas y la conducción sublime del “Corto” Méndez, ganó con suma autoridad el Clásico Lotería La Neuquina, dejando en su estela a encumbrados rivales. Acostumbrada a correr de atrás, algunas veces en su campaña largando a destiempo, Revolución Lef no estaba entre las preferencias de los estudiosos y catedráticos del turf; pero lo que pocos sabían es que su entrenador y el mejor jockey argentino de la era post Jorge Valdivieso, trabajaban para que ahora la defensora de la casaca del Lef Kawell le saliera a prender la mecha al desarrollo… a matar o morir. Así fue que al pasar por el palo de los ocho la conducida por el “Corto” asomaba en la delantera con ventaja sobre Danielito, Bright Soul y Cuartetero completaban el abanico de punteros en los tramos finales de la recta opuesta. Cuando pasaron frente al palo que avisaba que faltaban cinco cuadras hasta el disco, la carrera ya era un mano a mano entre la damita de los Criadores de Sueños y el héroe 2016 del GP Jockey Club. Al ingresar al tiro derecho final el popular JR la hizo literalmente doblar en una rueda a su conducida y allí saco ventajas determinantes, escapando de su escolta y manteniéndolo a raya en el disco, con cuerpo y medio de ventaja, con el resto en otra carrera.
Triunfo consagratorio para la futura madre de Lef Kawell, que le sacó pasaporte a los máximos, y cierre de un año exitoso para la cabaña de Carlos Munarin y familia, en la que lograron consumar su afincamiento en el viejo Haras Cabo Alarcón, la edición de su remate anual tuvo un evento exclusivo a la alta escuela, los ecos del mismo levantaron la vara para la edición que se viene en 2017, los resultados que sus productos van consiguiendo con la chaquetilla, las ilusiones en marcha como la de Chamal Lef (ayer viajo de Rincón de los Sauces para comenzar a perder el miedo escénico) y la conformación de un gran equipo en cada puesto de trabajo, artífice central de los logros conseguidos, porque como dice su titular: “Nada es casualidad, todo es trabajo… la suerte no existe”
