Luego de las interesantes experiencias en el Nuevo Hipódromo de Las Flores, la capacitación que tiene el respaldo del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad de La Nación llegó a Azul. Guillermo Taborda, Secretario de Organización e Interior de UTTA, fue el encargado de dar las primeras palabras de bienvenida a los asistentes. Con el objetivo de realizar capacitaciones en la industria hípica, la Unión de Trabajadores del Turf y Afines sumó a la plaza de Azul como otra de las sedes en el que aprender el oficio de peón es la consigna principal. Fue el inicio de la primera de las veinte clases pautadas, cuya meta final es conseguir un certificado oficial y en la que hubo asistencia perfecta.
El Centro de Formación, que fue inaugurado el 23 de mayo de este año en ocasión al Día del Trabajador de Turf, lució acorde para esta clase. Además de la presencia de Guillermo Taborda, dirigente de la UTTA y María Herrera, delegada de personal de UTTA en Azul, también se acercaron para este inicio las autoridades locales. En representación al Jockey Club de Azul estuvo su Presidente Javier Fay, mientras que por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social se acercó Martiniano Corbetta, Gerente de Empleo y Capacitación laboral de Tandil junto a Claudio Ocampos, Coordinador de la mencionada área en el Municipio de Azul.
Las clases serán dictadas por María Cristina Medina, una mujer que conoce en detalle cada secreto de esta actividad debido a que actualmente es capataz de un stud y exhibe un pasado como amazona. Tendrá el apoyo de su asistente Lucia Mousist, lo que da la pauta que se conformó un buen equipo de trabajo.
“Se incorporan a una actividad que tiene inicio pero no tiene techo. En la actualidad hay prestigiosos entrenadores que empezaron como peones. Esta zona ha crecido mucho y necesita mano de obra”, sostuvo Taborda a modo de introducción. Según Fay: “Se busca profesionalizar cada uno de los sectores. La pasión es fundamental para este oficio”, mientras que Corbetta agregó: “Si se hace a conciencia, hay una salida laboral concreta. En una actividad muy noble y la que se valora el esfuerzo”, al tiempo que Ocampos valoró que “está inversión en recursos humanos siempre da sus frutos”.
Cada una de las camadas tiene su particularidad e historias de vidas irrepetibles. Ejemplos sobran como el de Sofía, una ecuatoriana que llegó al país hace casi dos años y está desocupada. En el pupitre de al lado se ubicó Abel, un percusionista de un grupo musical que siempre tuvo devoción por los caballos. Uno de los más participativos en clase fue Juan Ángel, con pasado en el mundo de los galgos y una marcado amor por el cuidado de los animales.
Se abre una puerta de ilusiones. Hay posibilidades de inclusión laboral dentro de la hípica y más aún en una región de la Provincia de Buenos Aires en la que hay un marcado repunte de las carreras de caballos. Los integrantes de esta camada ya dieron su primer paso y van por más.