El turf en estos días logró estar en la agenda política, en boca de todos, pero no de la manera en que el prestigio hípico nacional merece; nos convertimos en el nuevo enemigo de turno para el oficialismo, que pasó de fogonear a la “Gilada”, con sus medios afines y mercenarios de turnos, a echarle mano al Fondo de Reparación Histórica (y no subsidio) que por ley le corresponde; es importante aclarar que el aporte que recibe el turf no sale de los impuestos de los argentinos ni bonaerenses, sino de los producido por otros juegos de azar, en una forma de balancear la competencia desigual entre aquellos y una actividad que genera trabajo genuino con mano de obra irreemplazable. El documental pone blanco sobre negro, echando luz sobre la relevancia nacional y mundial del turf como industria productiva; Diego Notario le puso voz a la producción de Pablo Onnis y Juan Cruz Ramallo.
