El viernes 16 de marzo será recordado como el día en que se inauguró la Escuela de Jockey “Patricio Peredo” en el Hipódromo de la ciudad de Neuquén, bajo las ordenes de los profesores José Ricardo Méndez, el eximio piloto neuquino aún en actividad, y el popular “Corto” García, ya retirado de la profesión. Impresionante convocatoria tuvo la etapa de inscripción, ya cerrada, dejando en claro la necesidad de formación que existía entre los jóvenes del centro y sur del país. 40 jóvenes que llegaron desde las provincias de Mendoza, Chubut, Río Negro, Córdoba y Neuquén le dieron un valor agregado a la propuesta.
La tarde del viernes fue tomando color pasado el mediodía cuando los aspirantes a jockey iban llegando al primer turno, en su mayoría acompañados por padres, hermanos, familia y amigos. El paso obligado por la balanza abrió esta historia, destinada a entrar en las páginas de oro del turf regional; acto seguido, los profesores montaron al “Desprolijo”, el nombre que con cariño ha recibido el caballo mecánico, y luego uno a uno fueron pasando los estudiantes.
Entre los inscriptos se encuentran cinco damas, tres de ellas asistieron a la primera doble jornada dejando gran impresión entre los presentes y sus maestros. Así, la primera en montar fue Cande Alarcón, sobrina del recordado jockey neuquino Víctor Alarcón, pasando el aviso de que lo que se hereda no se roba. Más tarde hicieron lo propio la oriunda de Zapala, Oriana Pereyra, de gran técnica a la hora de estribar y remar, convirtiéndose en una de las promesas de la academia, sumado a su peso pluma de 42 kilos; y, la rionegrina, representante de la línea sur, Mayra Cardenas, otra que le imprimió su sello a la tarde y dejó entrever que tiene oficio dentro de la industria del turf.
Entre los chicos, algunos de ellos ya se ganan la vida montando en la semana y algunos corriendo los domingos en los escenarios del turf regional, por lo que celebramos que hayan decidido perfeccionar su técnica bajo la lupa de dos colosos de la fusta, como los son los “Cortos” Méndez y García. Fernando Beck, el cordobés, llegó desde Río Colorado, lugar donde se encontraba trabajando con el popular “Cachete”; Agustín Morales, mendocino, llegó hasta la capital neuquina para seguir una carrera en la UNC y perseguir el sueño de ser jockey; Emanuel Loverde, otra de las esperanzas de la región, llegó acompañado por su madre y amigos desde la línea sur rionegrina al igual que el popular “Monito” Daniel Huenchumire; Braian Zapata, Marcos Oyarzun, Santi Mena y Maicol Cahuasiri, fogeados en nuestro medio, le aportaron experiencia al grupo de avanzada. Con un corto paso por la Escuela de Azul, Facundo Maldonado impresionó favorablemente ni bien saltó sobre el “Desprolijo”, confirmado el concepto con el que regresó a tierras neuquinas.
Hay materia prima entre el alumnado y el equipo de la escuelita, comienza un proceso de formación que no será sencillo, el camino estará colmado de altos y bajos, y de momento de plena felicidad y otros no tanto, habrá que trabajar duro y realizar cambios de hábitos en la vida cotidiana; el esfuerzo personal al que cada alumno esté dispuesto, será el que finalmente le marque el camino dentro de la profesión… los sueños están allí, habrá que ir por ellos… al final siempre hay recompensa.