La tarde del 8 de octubre tuvo un punto alto en el Hipódromo de Neuquén cuando llegó el tiempo de disputar la Polla de Potrillos de Haras Loventué – Copa Hugo Vassallo; once de los trece inscriptos se dieron cita a la hora de la verdad, cada uno con su propia comparsa de seguidores que peregrinaron desde diferentes puntos geográficos para apoyar in situ al potrillo del pueblo. Estuvieron presentes la familia Vassallo, propietarios de Haras Loventué, y Andrés Basombrío, propietario de Haras San Benito, y el Veterinario de la clásica cabaña.
Rayo Ladino, como un mandato celestial, cruzó el cielo de la recta neuquina para agendarse la gran Polla de Potrillos de Haras Loventué, alentado desde alguna estrella por Hugo Vassallo, el propietario de la cabaña de Quemú Quemú recientemente desaparecido. Entrenado por Vicente Anrada y conducido por Roberto Ibáñez, el alazán que defiende los intereses de la familia Pieroni, logró desprenderse del nutrido lote en los metros de la verdad para cruzar por un poco más de dos cuerpos por delante de Don Cucomarola, que por el lado exterior de la pista enseñó el camino en lucha con el ganador y el chubutense Fuerza Abelito. Detuvo el crono en 27”20/100 para superar a Don Cucomarola, Fuerza Abelito, Don Tim, Lina Ladina, Titino Ladino, Abdul Ladino, Sharap Ladino, Ñato Ladino, Purrete Ladino y Gongora Ladino que en ese orden completaron el marcador.
Los abrazos interminables, los puños al aire, los festejos y la emotiva entrega de premios, en la que fueron protagonistas los hijos y esposa de Hugo Vassallo, le dieron un cierre cinematográfico a esta historia, la que comenzó, en medio de un agobiante día de enero, allá en las tierras de Amigazo.
Una multitud se dio cita en el circo de la capital para vivir otra fiesta del turf regional, ahora es tiempo de pensar en una nueva edición del Gran Premio Carlos Pellegrini que tendrá lugar el fin de semana del 11 y 12 de noviembre.
